Desde 1.927, tres generaciones de experiencia a su servicio.
Como tantos otros, el abuelo, tuvo que abandonar su Galicia y buscar un mejor futuro.
Así pues, un día, cogió su piedra y fue afilando por España, hasta que al llegar a Barcelona, decidió que ese futuro estaba allí.
En 1927 el abuelo, José Sabín Rodríguez, se instaló en una tienda, junto a sus familiares, en la c/ del Olmo, donde afilaba, también lo hacía en el antiguo Mercado del pescado de Barcelona, situado en la c/Wellington.
Y en Barcelona nació su hijo, José Sabín Soler, el muchacho aprendió el oficio, afilando, perfeccionando técnica por calles y pueblos catalanes, hasta que allá por 1953, se estabilizó en su ciudad natal, se sacó la patente nº 1 de toda la Ciudad Condal, como afilador ambulante, y ya siendo padre, compró la segunda cuchillería en 1955, donde sus hijos crecerían viendo a su padre ejercer este oficio, del que quedan ya, tan pocos profesionales hoy en día.